jueves, 29 de marzo de 2007

Hijos de la miseria

Caminaba la pastora
cuidando las ovejitas
y vino el lobo feroz
que quería su comida.

Unos querían matarle,
otros sólo detenerle.
Sin su comida se fue,
buscando caperucitas.

Mas no fue bueno día aquel
en que pasaba hambre el lobo
pues una pastora imbécil
le dió un bocata de lomo.

Con las fuerzas bien repuestas
vino el lobo dando caña:
"o me das hoy mi bocata,
o te mataré con saña".

"El lobo es un terrorista":
lo decían hasta los niños,
"con ellos no se negocia":
sólo algunos atrevidos.

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