Para los curiosos, y para los que suponen que ven y no saben abrir los ojos, estos versos no van dedicados a quien parece, sino a Santa Clara.
Hubo versos enterrados,
o lanzados a un mar equivocado
tal vez
Hubo risas escondidas,
procuradas a la vida
de un misterio, oculto y cierto
a la vez
Pero nunca hubo mentiras,
ni lágrimas de melón;
tan sólo queda el recuerdo
de lo que pudo haber sido
y no fue
sábado, 11 de agosto de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario